jueves, 12 de diciembre de 2013

JORNADA SOBRE LA HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN PROSPERIDAD

Saludos desde la Escuela Popular de Prosperidad, Os escribimos para invitaros este sábado 14 de diciembre a asistir a la Jornada sobre la Historia de la Educación en Prosperidad para celebrar el 40 aniversario de la Escuela y el 151 del barrio. El programa de la Jornada es el siguiente: 12:00 Charla: "Evolución de la educación en el barrio de Prosperidad" por Javier Mateos. También intervendrá José Luis Villarrubia, antiguo alumno del Luis Bello. 14:00 Tapeo 17:00 Mesa redonda con experiencias educativas a lo largo de la historia: Hogar Recreativo y Cultural (2ª República) por Carlos San José nieto de miembros de esta institución. Colegio Ateneo Politécnico (1928-1974) por Enrique Teso antiguo alumno del colegio. Escuela Popular de Prosperidad, "La Prospe" (desde 1973) por Pepe Moncho miembro de la Escuela desde los años 80. Al concluir, si apetece, daremos un paseo por las antiguas sedes de estas instituciones. Os esperamos el sábado, saludos desde la Prospe

sábado, 30 de noviembre de 2013

LOS PREMIOS Y EL COMPROMISO. OBRAS SON AMORES.

No me gustan los premios porque no me gustan las batallas. Ni las competiciones, que es una manera fina y civilizada de llamarlas. Pero, sin duda, es humano desear que se nos reconozca algo que creemos que hemos hecho bien, nosotros o las personas a las que queremos. Es absolutamente comprensible y, claro, lo comprendo y lo sobrellevo lo mejor que puedo. Tampoco me gusta el ambiente que se respira en ese tipo de actos, más o menos protocolarios, y menos si estos son institucionales, en los que suelen coincidir las personas a quienes se premia y a las que no, con sus respectivos grupos de adeptos, familiares y simpatizantes.

Anteayer, en Rivas, se concedieron los Premios Profesor Julio Pérez al Compromiso Educativo, y uno de ellos fue a parar a la Asociación de Madres y Padres del Colegio El Olivar, donde estudia Olivia, mi hija pequeña. El claustro de profesores la había propuesto, y lo conseguimos.  Me puse muy contento y no me lo podía creer porque generalmente me suele tocar al lado de los que no ganan. Gran alegría, nervios, emociones... un tropel de gente subimos al estradillo a recogerlo.

Es una asociación donde llevo poco tiempo pero que me está ganando paso a paso, como casi todas las cosas importantes, y yo les agradezco de verdad su constancia en el trabajo y en el compromiso con el colegio de sus hijos. También, su paciencia conmigo, y su insistencia en que me una a ellos. Cuando cambiamos a Olivia de colegio, estaba herido y me juré a mí mismo no volver a participar en una AMPA de manera activa hasta pasado mucho tiempo. Sí apoyarla, desde luego, y hacer lo posible por echar una mano siempre que pudiera hacerlo, porque nada hay más justo que apoyar a esas personas que dedican su tiempo, su energía y sus mejores intenciones, sin esperar nada a cambio.

Los miembros de esta AMPA se merecen el premio por su generosidad, por su manera de poner siempre al mal tiempo buena cara, por defender con uñas y dientes a un colegio que se lo merece. A un colegio muchas veces vilipendiado y maltratado por las características peculiares de su alumnado, variado en nacionalidades y razas,  a pesar de lo que gusta repetir a todo el mundo la palabra mestizaje. Pero obras son amores y no buenas razones, como dijo Pilar al recoger el premio. Lo dijo en medio de unas palabras sabias y valientes, a las que no les sobró ni les faltó nada. Unas palabras agradecidas hacia quien lo merece de verdad, pero también críticas, aunque no amargas, hacia quienes muchas veces se quedan sólo en las buenas razones.

Y nosotros, Elena y yo, con ellos. Recibiendo un premio del que nos toca una parte muy pequeñita, pero que agradecemos mucho. Quiero, con el permiso de todas las personas que pertenecen y trabajan para la AMPA del Olivar, que estoy seguro de que lo comprenden, compartir el trocito de premio que me pueda corresponder, con mis compañeros de la anterior AMPA de La Escuela, el otro colegio de mis hijas, porque también lo merecen. Igual que lo merecen otros muchos padres y madres. Es una pura cuestión de compromiso, y el compromiso nunca debe salir por la puerta de atrás.

Va por vosotros!

viernes, 27 de septiembre de 2013

TIENE GRACIA

Daniel San José escribió obras de teatro, artículos, poesía... El sainete Tiene gracia data de 1.923, durante su estancia en Santander. Tenía diecinueve años. Típica obrita con temática humorística y castiza de la época, en la que queda patente lo que echaba de menos a su gente y al barrio donde había nacido y crecido. Lo dedicó a Lucía Carrascosa, una de las hermanas de mi abuela. Nunca sabremos si se llegó a representar en alguna ocasión.





 
Dedicatoria - A Lucía Carrascosa, cuarta de este apellido que en la Prospe luce, triunfa y conquista. Malgenio, chulilla, buena y guapetona... con un carro de recuerdos. Daniel.
 
 
Así comienza:
 
Tiene Gracia
 
Esquina, en el simpático barrio de La Prosperidad, de un café donde los domingos hay baile, pollos y niñas bonitas.
 
Se puede ver encima de una de las puertas una tabla que dice "Café antiguo de La Prosperidad". Es invierno pero no hace mucho frío; llevará ella un mantoncillo negro, una falda airosa y unas zapatillas negras con unas medias negras de seda. En la mano una flor y en los labios una sonrisa mil veces más bonita que la flor.
 
Llega ella por la izquierda y al tocar en la esquina se detiene unos minutos.
 
Habla chulilla aunque no predomina en ella la parte seria; si no por el contrario la gracia fina...

 

viernes, 6 de septiembre de 2013

MÉLIÈS Y EL CINE BAHÍA

 
 

Es cierto que tengo algo de arqueólogo aficionado y que me recreo, seguramente demasiado, en los recuerdos y en el pasado. Pero no lo puedo evitar...
La semana pasada estuvimos viendo en el Caixa Fórum una exposición sobre George Méliès y los inicios del cine. Reconozco que  Méliès es una de mis debilidades y que ese mundo de linternas mágicas, zootropos, antiguos trucos de magia, maquetas teatrales y lunas con cohetes en un ojo, me ilusiona y me atrae como pocas otras cosas. Disfrutamos mucho, y no pude dejar de pensar qué hubiera sido si todos aquellos maravillosos artilugios no le hubieran interesado a nadie a lo largo del tiempo. Sería imperdonable que la gente de ahora, los frikis a los que nos entusiasma ese mundo, y todos los demás, personas que acuden de manera fortuita y lo descubren,  estudiosos, cinéfilos  y curiosos, nos lo perdiéramos.
 
Este verano, en Santa Pola, como tantas otras veces desde mi infancia, pasé por la puerta del Cine Bahía. Este cine, como el Apolo y el Paz, también en Santa Pola, y el Galaxia de mi barrio, son esos lugares donde empecé a amar el cine y donde descubrí mundos fascinantes que quedaron en mi memoria para siempre. También, donde aprendí muchas de esas cosas que no te enseñan en el colegio. Ninguno de esos cines funciona en la actualidad. Los tiempos que corren y su fiebre de centros comerciales, ordenadores, grandes cifras,  videoconsolas, consumismo desmedido, y también, ¿por qué no decirlo?,  la falta de interés, los ha aniquilado.
Tanto el Bahía como el Paz eran cines de verano. El Apolo y el Galaxia no. Donde estuvieron los tres últimos se levantaron sendos supermercados. En cambio el Bahía se resiste a dejarse ocupar. Desconozco la situación legal de ese local-terraza al aire libre, donde lo único que se vislumbra, desde una grieta en la puerta, es la pantalla… y las taquillas, en el exterior, donde tantas veces compré entradas, y que hoy me siguen pareciendo dos pequeños ojos por los que asomarse a un mundo mágico. Supongo que tendrá un dueño que espera tiempos económicos mejores para quitarse ese engorro de encima, o a lo mejor es alguien enamorado de su cine que se resiste a que sea derribado y borrado de la faz de la tierra como si nunca hubiera existido. No lo sé. Lo que no deja de sorprenderme cada vez que me topo con él, es esa impresión de que no le interesa a nadie. Sobre todo, me apena que la concejalía de cultura no sea capaz de convertir ese solar con tantas posibilidades en un espacio de verano donde puedan desarrollarse multitud de actividades. Desde programar cine, teatro, música o danza, a organizar exposiciones de fotografía, pintura... donde los colegios puedan desarrollar sus funciones de fin de curso, y los músicos puedan tocar para su público. 
 
En algún periódico local leí que el ayuntamiento presentaba sus presupuestos para el próximo curso. Unos presupuesto realistas, sostenibles (como no) y austeros, literalmente. Me parece que se trata de otra cosa y que nada tiene que ver con crisis económicas. Todo se queda para moros y cristianos, con todo mi respeto hacia los moros y los cristianos. Creo que es falta de interés y de imaginación. Realmente, corren malos tiempos para la lírica.
 
Pobre Méliès y pobre Cine Bahía!
 
 

 


sábado, 27 de julio de 2013

ANTIGUOS COMERCIOS DE LA PROSPE

Es entrañable descubrir y recordar los antiguos anuncios publicitarios de algunos comercios, en este caso de los barrios de Guindalera y  Prosperidad de Madrid. Imaginativos, curiosos, con frases de reclamo realmente graciosas, quizás un poco ingenuas... A continuación, una muestra de los que aparecían regularmente en las publicaciones del Hogar Recreativo y Cultural.

 

 

 
 

 
 
 
 

 

Gracias al apoyo de algunos comerciantes del barrio, el Hogar publicaba su boletín mensual.

 

 

 

En el balance de cuentas general del Hogar de 1932, aparecen las compras de materiales a algunos comercios que  todavía existen en la actualidad, como la ferretería Sirera o la droguería Segoviano,  según parece, proveedores habituales. Atención a los conceptos e importes anotados.



 

 
 
 

martes, 25 de junio de 2013

LAS PALABRAS

Las palabras son importantes y no creo en eso de que se las lleva el viento. Depende mucho de quien, como, cuando y para qué se digan.

Hay palabras que, de tanto abusar de ellas, pierden cualquier credibilidad y sentido. Algunos, aquellos que de una manera vergonzosamente pretenciosa las utiliza, aquellos que se precian de estar en la pomada, las repiten y las contagian, como si pensaran que el resto de sus compañeros de especie somos memos, cuando en realidad cualquiera que se pare a pensarlo se da cuenta de que obedecen a las estrategias más elementales y zafias de manipulación.

Reinventarse, sostenible, ejercicio de responsabilidad, dinamizar, recursos humanos, emprendedor....¿os suenan? Hay muchas más y cada momento tiene las suyas. Palabras de moda que pasan y caen en el olvido, hasta la implantación de otras nuevas con las que los especialistas esperan las reacciones del público: ¡Que bien habla!, ¡vaya cabeza!, ¡este -o esta- sí que sabe!...

Me quedo con las palabras sencillas, esas que emocionan y mueven el corazón, esas que huelen a verdad. ¿Las otras? Pasan y nunca más se supo de ellas.

sábado, 1 de junio de 2013

EL LABORATORIO ABELLÓ

El Laboratorio Abelló se encontraba en el antiguo número cinco de la calle Vinaroz. Durante un largo periodo de tiempo trabajaron en él muchos vecinos de La Prosperidad, sobre todo mujeres. Alejandrina Vargas, mi madre, ingresó en octubre de 1.948 y trabajó allí durante ocho años.

Estas son algunas imágenes de ese tiempo.

 
8 de febrero de 1.949 (Plaza Moret)
Alejandrina, Marcelina, Mª Antonia, Angelines, Isuca, Cari,
Paquita y Maruja, empleadas del Laboratorio Abelló
 
 
 
 
 

martes, 21 de mayo de 2013

SALBI SENANTE


Hace tiempo que vengo dando vueltas a escribir algo para este blog sobre Adolfo Marsillach. Cosa nada fácil. ¿Cómo expresar de una manera más o menos concisa todo lo que me ronda y quisiera contar? Como la vida nos va dando pautas y, a menudo, nos sorprende y nos da la brújula para seguir el camino, hoy se ha cruzado en el mío, Salbi Senante. De Adolfo, hablaré otro día.

No nos veíamos, probablemente, desde hace once años, cuando compartimos la noche fatídica de la muerte de Adolfo. Quizás hemos coincidido después rápidamente en alguna otra ocasión, pero el recuerdo de aquella noche es tan potente que ha borrado lo siguiente. Y es muy significativo que hable primero de ella, porque gracias a Salbi tuve la suerte de trabajar con él, conocerle, tratarle, admirarle, quererle…. y por ese orden. Con ella empezó la mejor etapa profesional, y en muchos aspectos también personal, de mi vida. Una etapa que no volverá. Una experiencia que me marcó para siempre.

Creo que la conozco bien. Hoy me he encontrado a la misma Salbi de siempre, a la que conocí hace veintitantos años, con esa apariencia y fama de persona dura e inflexible, pero que se quiebra irremediablemente si algo le toca el corazón. Soy especialista en este tipo de personas. Las detecto y las reconozco inmediatamente. He visto a la misma Salbi que se emociona y es incapaz de frenar el llanto, recordando un momento determinado o a la gente que ha querido. Todos estos años se le han venido encima cuando ha pasado a la tercera planta del ministerio, donde nos conocimos, y donde me dio el relevo, sin saberlo en ese momento.

Trabajadora incansable, disciplinada, máquina de contar anécdotas, amiga de sus amigos, persona leal donde las haya… y franca, en cualquier circunstancia. Ella me enseñó un ordenador por primera vez y muchas otras cosas.

Desde niño me enseñaron que de bien nacido es ser agradecido. Por eso, desde aquí, mi cariño, mi lealtad y  mi agradecimiento para siempre.

sábado, 18 de mayo de 2013

MEDIO PAN Y UN LIBRO

Descubro las palabras que García Lorca dijo en la inauguración de la biblioteca de Fuentevaqueros, primera en la provincia de Granada, en septiembre de 1931. Parecen escritas ayer y creo que es un buen momento para recordarlas.

 

"Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí. «Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre», piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía. Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.
 
Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada.
 
No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.
 
Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros?
 
¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: «amor, amor», y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: «¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!». Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida.
 
Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el lema de la República debe ser: «Cultura». Cultura porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz".



jueves, 16 de mayo de 2013

ESPIRITROMPA

 

Hace unos días volví a ver, esta vez con las niñas, la película de José Luis Cuerda basada en un cuento de Manuel Rivas, La lengua de las mariposas. Me gustó incluso más que las veces anteriores. Y no sólo por la admiración hacia esa clase de maestros con los que se aprenden muchas más cosas de las que vienen en los libros de texto y que uno desea para sus hijas. Ese final con el niño apedreando a ese hombre al que admira tanto y que van a fusilar simplemente por su lealtad a una forma de pensar, a una manera de entender la vida y la educación, y al que grita la palabra  ESPIRITROMPA, quizá como una declaración de principios;  como un código secreto entre ellos, quizá como un intento de lavar su conciencia ante su cobardía y la de sus padres, y la de sus vecinos... a lo mejor como una forma de pedirle perdón, de demostrarle su gratitud y hacerle entender que nunca le olvidará. Ese final es uno de los momentos más emocionantes que recuerdo viendo una película. Y tengo muchos.

A Lucía se le puso un nudo en la garganta y se le saltaron las lágrimas. A mí también. Fue complicado explicarles que merece la pena decir lo que se piensa y ser fiel a uno mismo, que tenemos que intentarlo siempre.Tampoco fue fácil que entendieran la actitud del niño y la de los padres y la de los vecinos... esas personas que por miedo, por salvar su pellejo, por supervivencia, son capaces de lo que sea. Generalmente nos vendemos por mucho menos.

Recordé aquel cartel que me regaló mi padre hace muchos años y que tuve colgado en mi cuarto de adolescente. Era una frase del Quijote que dice así: La libertad, Sancho, es el bien más preciado que a los hombres dieron los cielos. Por la libertad y por la honra, se puede y se debe arriesgar la vida.

¡ESPIRITROMPA!

EL FÚTBOL CON SENTIDO DEL HUMOR...

No sé quien sería el tal D. Eligio, pero escribía esta reseña deportiva en el boletín del Hogar Recreativo y Cultural del mes de enero de 1933. Parece de Jardiel Poncela. Se debería tomar nota para echarle sentido del humor a las competiciones deportivas, y a las de otro tipo también. Y eso que habla de su equipo...


Portada del boletín del Hogar Recreativo
y Cultural de 15 de enero de 1933

Deportes

Hogar Recreativo y Cultural (Reserva) 1

 

Club Deportivo La Playa 3

 
El domingo 25 del pasado Diciembre del otro año tuvo lugar este sensacional encuentro entre los equipos arriba mencionados.
 
A las órdenes de un señor con pantalones largos, que sin duda era jefe de estación porque de vez en cuando tocaba un pito, se alinea el primer equipo, mejor diré el primer tren de los citados, y acto seguido, en la vía opuesta, el segundo. En un espacio libre, que debe servir de andén, se queda el jefe. De repente suena un silbato y los dos trenes rompen la marcha. Allá, a lo lejos, se ven dos palos verticales y por encima de ellos uno horizontal. Debe ser la puerta de la estación. Enfrente y también a lo lejos se ve otra puerta igual. Los trenes parecen haberse vuelto locos, pues aunque llegan a las respectivas estaciones, no paran casi nunca y en cambio retroceden a cuarenta por hora.
 
De vez en cuando, en sus evoluciones, tropiezan unos coches con otros del tren contrario y del golpe quedan rotas algunas astillas, pero no se paran por astilla más o menos y continúan su vertiginosa carrera.
 
Hay momentos en que una voluta de humo que se escapa de la máquina penetra por una puerta de las estaciones a que antes hacemos referencia, a pesar de que los empleados, uno por cada lado, hacen unos signos en el aire como convenciéndola de que no debe de entrar. La voluta se cuela sin hacer caso de la cara avinagrada del que guarda la puerta. Entonces los trenes vuelven a las respectivas vías de donde salieron la primera vez. El jefe discute con algún viajero y da nuevamente la salida con un compás de tango, poniéndose en movimiento los coches.
 
Y así hasta que termina el partido. ¿Que quién ganó? Cuando casi estaban empatados, por la mano (penalty) ganó La Playa que con su tren rojo y blanco llegó tres veces a la estación contraria, mientras los cangrejos, que van más despacio y a veces caminan hacia atrás, no llegaron más que una.
 
A pesar de todo, los "hogaristas" no se desaniman y están reparando averías para un próximo viaje.
 
Hagamos votos porque no haya choques ni descarrilamientos.
 
Y antes de concluir esta reseña, un consejo:
 
Si hemos siempre de perder
cuando hacemos por ganar,
no hagamos más por vencer
y así nos verán triunfar.
 
                                                                                                D. ELIGIO

martes, 30 de abril de 2013

IMÁGENES CON RECUERDOS

Aprendiendo...


Mi padre en una fotografía escolar de 1935. Probablemente en el Hogar Recreativo y Cultural.


Aquellos amigos del barrio...

 
Mi madre, junto al portal de su casa en la calle Mantuano nº 16, con mi padre y un grupo de amigos y vecinos

miércoles, 17 de abril de 2013

OJOS

 


Esta mañana me he despertado con la noticia de la muerte de once subsaharianos tripulantes de una patera en el mar de Alborán. Tres de ellos, niños.
Me pregunto qué es lo último que habrán visto los ojos de estos niños, y qué habrán pensado. No hay pesadilla peor que el terror que habrá recorrido sus cuerpos.
Se nos debería caer la cara de vergüenza a todos para los que algo así solamente es una noticia.




miércoles, 10 de abril de 2013

EL LORO

El Loro

SEMANARIO INDEPENDIENTE

Defensor de los intereses de Guindalera, Prosperidad y Chamartín de la Rosa



Crónicas

No sé si esto que ahora escribo, con amor y cariño para saludaros, llegará a vosotros o no; si es así, tener en cuenta que el alma va con él y que es un recuerdo sincero y leal.

Es mi intención deciros algo de por aquí: como canta y ruge el mar, como gimen a compás con el gorgeo de los pájaros, los regatos de cristal en los paisajes montañosos.

A veces el mar está tranquilo, serio de tal suerte, que ganas dan de andar por él como en un paseo solitario, triste y poético, bañado por la luna, y decir a una novia -aunque esta sea imaginaria y cruel- cosas al igual que Arlequín a Colombina.

Vuelve una pareja de la pesca y el caminar, que sólo se distingue de su farol rojo en la proa, semeja una estrella que corre, un alma que marcha hacia el cielo, a este cielo de agua de aquí abajo, sin luna, sin luz y sin estrellas.

Las olas, suaves y tranquilas, al bañar los paredones del muelle o las rocas de las orillas, con tan gran amor y delicadeza lo hacen que semejan amantes soñadoras besando con deleite y poesía a aquellos príncipes de sus quimeras, dormido bajo la caricia o muertos de tanto y tanto gozar.

En el centro, en corro, casi reunidos los farolillos de los balandros, con sus palos delgados y altos, sus cascos blancos y su silueta gentil y airosa hacen pensar en un aquelarre; no de brujas ni diablos, sino de princesas rubias y destrenzadas de Rubén.

Todo lo alumbra la luna en la noche magnífica y soñadora, y el manto que la cubre, estrellado de plata, difumina a una muerte de gala, manto negro y nevado, que nos llevará al eterno para siempre en un sueño último y único de tranquilidad y de placer.

                                                                          DANIEL SAN JOSÉ

Santander, 1922


 





jueves, 4 de abril de 2013

PETICIONES DEL OYENTE: fotografías del viaje a China I




Navegando por el río Li

Algo frecuente en cualquier gran ciudad de China

                                                 
                                                   Templo lamaista
                     

Buda feliz


 
                                                    Ayer y hoy



Lotos en Hagszou


 
                     Nuestras niñas felices!



Todos felices!






MARGARITA VIVANCO

Pero Margarita… cuando vas a cambiar!

Cuando  hace mucho, mucho tiempo, llegué al Departamento Musical, como se llamaba en la prehistoria la actual Subdirección de Música y Danza, conocí a una serie de personas de las que en la actualidad solamente permanece Margarita Vivanco. ¿Cómo no recordar ese tiempo que a mí, supongo que por la juventud que hace que todo se vea bonito, me pareció tan divertido? Tiempo después llegaron otros, claro, y aquí seguimos…

Salí y entré del Departamento Musical, y el destino ha hecho que los diez últimos años de Margarita en el Ministerio los pasemos juntos y que probablemente me hagan heredero de alguno de sus trabajos, de aquellos trabajos que ya hacía cuando la conocí, subvenciones de sus compañías y bailarines preferidos y, sobre todo las famosas audiciones para la Joven Orquesta Gustav Mahler y la EUYO….¡Horror! Pero Margarita… ¿como me haces esto?

No va a ser fácil adaptarnos a que no esté con nosotros, no sólo porque echaremos de menos su experiencia en el trabajo, no en vano se ha convertido en  “la memoria histórica del departamento”, sino porque es una persona absolutamente surrealista, con un sentido del humor poco frecuente. También vamos a echar mucho de menos sus aventuras viajeras, sus comentarios cinéfilos sobre las últimas películas indias, chinas y francesas estrenadas en sus queridos cines Verdi, y los recuerdos de su infancia rodeada de importantes intelectuales, pintores y escritores, que en sus labios suenan cotidianos, como si hablara del quiosquero de la esquina.

Pero no pasa nada. Para nosotros desde ahora, dejas de ser Margarita, Marga, la Vivanco… para convertirte en May, como te conocen tus íntimos amigos. Lo que siento es que ya no voy a poder decirte cada día: Pero Margarita….¿cuando vas a cambiar?

Un beso grande de todos nosotros.

                                                           Carlos San José

                          27 de noviembre de 2012

 

viernes, 29 de marzo de 2013

MEMORIAS DE CHINA


9.VIII.2011
Comienza la aventura china.

Tras una rápida escala en París y algunos nervios en el control con el bolso de Elena y unas pinzas de depilar, nos subimos al avión rumbo a Pekín.
En este momento volamos por encima de Rusia y nos quedan aproximadamente seis horas y media de vuelo.
Todo va muy bien.
14.VIII.2011
Son las diez y media de la noche y acabamos de despegar en Xian con destino a Guilin. Atrás quedan tres días en Pekín y dos en Xian. Todo va muy bien excepto algún contratiempo poco agradable en los desplazamientos. Es lógico que en un viaje como este pase algo.
Los billetes de tren de nuestro viaje nocturno desde Pekín a Xian andaban algo descolocados y no pudimos viajar cada familia en un compartimento como estaba previsto. Lucía, Elvira, Olivia y Amanda acabaron durmiendo con Chus, Elena y yo con dos chavales chinos con los que no paramos de charlar intentando entendernos, y Jose sólo en un compartimento con una familia china.
La noche comenzó con muchos nervios en la estación repleta de gente (como casi todos los sitios en China), pero terminó bien y hasta fue divertida.
En cuanto al vuelo hacia Guilin, no las teníamos todas con nosotros ya que ha habido un error con los billetes y en el mío, donde debería poner mi nombre, aparece el de Amanda. Han pasado la puerta de embarque, Chus, Elena, Lucía, Elvira y Olivia, y nos hemos quedado al oro lado, Jose, Amanda y yo.
Nuestro guía en Xian lo pasado mal intentando solucionar el entuerto con la policía, personal de la compañía aérea, aeropuerto… hasta que finalmente nos han puesto de mala gana un sello en la tarjeta de embarque, y a otra cosa mariposa. Ha habido canguis pero todo se ha solucionado y ahora estamos volando.
¿Qué decir de Pekín (Beijing para los chinos)? La hemos pateado mucho, todo lo que es posible en tres días y con un calor extremo y húmedo que nos hace sudar sin parar. No recuerdo haber sudado tanto en mi vida. Ni agotarme como al subir la imponente Gran Muralla. Es espectacular, impresionante, enorme…todo en China parece ser enorme. Yo me rajé y no subí todo lo que me hubiera gustado. Elena, Jose y Amanda treparon la escalinata de gigantescos peldaños hasta más arriba que el resto.

17.VIII.2011
Aeropuerto de Guilín.
Va a ser complicado que esto tenga una mínima coherencia cronológica.
Contaba nuestra visita a la Gran Muralla, cerca de Pekín, y a día de hoy han pasado no sé ni cuantos días, y creo que tres ciudades más.
¿Por dónde sigo?
Es de noche, nos encontramos en el aeropuerto de la ciudad de Guilín y nos dirigimos a Hangzhou.
La verdad es que la actitud de las niñas es increíble. No paramos un momento, dormimos poco… y están como si no fuera con ellas. Excepto algún momento de descontrol, en general están contentas, tranquilas y siguiendo el ritmo que nos marca este enorme viaje. Hoy mismo, no sé ni cuando llegaremos a nuestro hotel, el quinto ya, ni cuánto tiempo podremos dormir. Nuestro vuelo está retrasado y aquí estamos.
Vuelvo a Pekín.
Lo que más nos llamó la atención al llegar fue el calor que hacía. Un calor húmedo, intenso y difícil de aguantar.
Nada más llegar, conocimos a Cao, se dice Chao, nuestro guía. Un chaval de veintidós años más listo que el hambre y con un nivel de nuestro idioma más que suficiente para entendernos con él.
Nos llevó al hotel en una furgoneta con conductor y nos explicó que lo primero que iríamos a visitar era el templo del cielo. Dejamos nuestras maletas y allá que nos fuimos bastante descontrolados por la diferencia horaria con nuestro país. Habíamos salido del aeropuerto de Madrid por la mañana y, tras todo el día viajando, era por la mañana de nuevo y nos habíamos quedado sin noche para descansar.
Pekín huele de una manera muy particular. No es que huela mal, tiene un olor fuerte y peculiar. Es una ciudad muy contaminada y repleta de gente que va y viene sin parar.
23.VIII.2011
Estamos viajando hacia Ámsterdam desde Shanghái. Creo que son las tres y diez de la tarde, hora holandesa. Salimos de Shanghái a la una aproximadamente, y la verdad es que tengo un buen cacao con el horario. Llegaremos a Madrid a las once y pico, que para nosotros serán las cinco de la mañana. ¿Quiere esto decir que viviremos varias horas dos veces?
Se ha acabado el viaje a China. La sensación es que los días han pasado volando, y al mismo tiempo, han sido tan intensos que parece que haya pasado un año desde que llegamos a Pekín.
La última noche la hemos pasado en Shanghái. Me ha fascinado esta ciudad. En ella se mezclan el pasado y el futuro de una forma que nunca había visto. Es una ciudad que parece sacada de un comic o una película de ciencia ficción. De hecho, no he podido dejar de pensar en Flash Gordon… esa mezcla de la estética de los años treinta o cuarenta con la futurista del planeta Mongo. Para mí, Shanghay es desde ahora, el plantea Mongo.
Los altísimos rascacielos y edificios de cristal empastan con la vieja China de una manera increíble.
Mi primera impresión fue algo decepcionante. Llegamos por la mañana desde Wuzhen, y lo primero que fuimos a ver fue un templo budista más: el Templo del Buda de Jade. Hemos visitado varios. En Pekín, el Templo del cielo, el primero, que bajo un calor extremo y rodeados de una masa de personas, en su mayoría turistas chinos, a mí me ha parecido un decorado. También en Pekín fuimos a conocer el templo lamaísta con la figura de Buda más grande de toda China, y que no me emocionó demasiado, a pesar de su espectacularidad y su importancia. En Xian conocimos otro del que ahora no recuerdo el nombre, tarea complicada con la cantidad de lugares visitados. Este sí me encantó, me dio tranquilidad y fue un placer pasear por su jardín. Me pareció algo más  ¿auténtico? Todavía visitamos uno más: el Templo del Alma Escondida, con unas figuras de Buda talladas en la piedra espectaculares. Me gustó mucho ese sitio y nos refrescamos los pies en el agua de su arroyo.
Vuelvo a Shanghái. Decía que mi primera impresión fue algo decepcionante. Cuando llegamos al puerto, allí lo llaman el bund, y se nos ofreció la vista de esa maraña de edificios altísimos, no me pareció para tanto. En cambio mi sensación cambió radicalmente tras subir al último piso del Financial Center (creo que se llama así, aunque creo que me falta algo). Es el edificio más alto de China, cien pisos, y tercero del mundo. La visión de la ciudad desde allá arriba es algo imborrable que no se puede olvidar… como tampoco podré olvidar nuestro paseo por el bund ayer por la tarde, anocheciendo. Con la mejor temperatura de todo el viaje, y una brisa muy agradable, contemplar ese derroche de luz y de imaginación fue algo alucinante.
Enormes barcos yendo y viniendo, pantallas gigantes, y luz, mucha luz. Precioso.

lunes, 25 de marzo de 2013

LA VIDA EMPEZÓ EN EL MAR

HISTORIA DE PAPÁ

Esta historia empieza en el año 1.930 en Santander,  justo cuando yo decidí venir al mundo. En ese año se había hecho un gran invento, el Gran Zeppelín (que os lo explique el profe), y ese invento se paró encima de la ciudad cuando yo nacía. Por eso todo el mundo dijo que yo había nacido con estrella. Vamos, como la de Belén. Entonces, mi ángel de la guarda me dijo que encontraría un gran tesoro en mi vida.

Poco después, mis padres vinieron a Madrid y yo con ellos. Al llegar a Madrid, pusieron en marcha un centro cultural como los que ahora existen en muchos sitios pero que entonces no había, que se llamó Hogar Recreativo y Cultural. Un sitio donde unos estudiaban, otros hacían teatro, otros jugaban al fútbol y muchas más cosas. Yo estaba encantado y todavía no buscaba el tesoro.

Como era un niño muy guapo y muy gracioso, unos americanos me contrataron para hacer tres películas con la Metro-Goldwyn-Mayer, una productora de cine muy famosa. Tenía que llevarme mi madre a la ciudad de Los Ángeles el día 21 de julio de 1.936, pero todo se fue a paseo porque el día 18 de julio empezó la guerra. Lo pasamos muy mal, venían los aviones y nos tiraban bombas y mi abuelo que era un gran tipo, mientras todo el mundo se escondía en los sótanos y debajo de las camas, salía a la calle con su bastón, amenazaba a los aviones y les decía que bajaran si eran valientes. Pero no le hacían ningún caso y seguían tirando bombas.

Por fin todo terminó y yo empecé a pensar en el tesoro. Comencé a estudiar, sobre todo geografía. Pasó algún tiempo y entonces decidí que todo buen explorador necesita un ayudante. Conocí a vuestra abuela, la más guapa, la más lista y la más valiente, y juntos seguimos la caza del tesoro. Empezamos a viajar, preguntamos a mucha gente, conocimos a Tarzán de los monos y le preguntamos si estaba en África. Nos dijo que no. Nos marchamos a Egipto para buscar en las pirámides… tu abuela, la más valiente de todos se metió dentro de una de ellas pero no encontró nada. Entonces nos marchamos a América, a México el país de los aztecas, y buscando, buscando, nos subimos a las Pirámide del Sol como nos dijo Cantinflas, pero tampoco estaba allí el tesoro.

Volvimos a casa y fuimos a Rivas con la familia, y entonces mi ángel de la guarda me dijo: “Eres muy torpe, tienes  el tesoro delante de tus narices… y tú, sin verlo”. Y se me abrieron los ojos… el tesoro estaba allí: Olivia y Lucía. Y ya fui feliz, ellas son mi tesoro.

                                                           Luis San José, febrero de 2012

jueves, 21 de marzo de 2013

JORNADA ESCOLAR

En estos días se abren procesos en los colegios públicos de Rivas sobre la tan traída y llevada cuestión de la jornada intensiva. Reuniones, consejos escolares, votaciones, dimes y diretes…

Ponerse una camiseta o una pegatina es muy fácil y, a estas alturas, algunos ya sabemos que eso no quiere decir casi nada. A mí me parece que querer y creer en una “educación pública de calidad” es algo más. Mucho más. Y aunque suene un poco cursi, creo que la educación pública se lleva en el corazón, porque ponerse una camiseta verde, amarilla o roja no requiere mucho esfuerzo, ni mucho compromiso, ni, desgraciadamente, mucho corazón. En algunos sitios como nuestro pueblo puede resultar hasta “chic”.

Yo no estoy a favor de la jornada continua. Lo primero, por los niños. Ya vale de comprimirles, exprimirles y enseñarles apresuradamente, cumpliendo objetivos como si de una carrera de vallas o una factoría se tratase. En segundo lugar, por las familias. Muchos padres y madres tienen que apresurarse para llegar a tiempo de recoger a sus hijos y, evidentemente, si la salida se adelanta tendrán que ajustar aún más sus horarios, no comer,  o encargar a otras personas para que lo hagan. Y, por último, por la tan denostada educación pública frente a colegios privados y concertados que amplían sus horarios, sus inicios y sus finales de curso,  el tiempo que haga falta para favorecer a sus clientes. ¿Cuál es el próximo paso? ¿Suprimir los comedores escolares de los colegios públicos?

Lo que me da pena, y rabia, es que algunos, o muchos profesores, de esos que se ponen la camiseta y gritan, hayan votado sin pestañear y se hayan cerrado en banda a favor de esta jornada. Claro que van a salir antes de su trabajo, pero tengo la sensación de que no entienden nada. No les pidas a muchos, o a algunos, profesores o no, que piensen en algo más que no sea su propio ombligo.

La educación pública de calidad empieza en el propio cole, en las propias aulas…no responsabilicemos sólo a esos politicastros y mercaderes que organizan nuestras vidas. Todos tenemos nuestra parte de responsabilidad. De nada vale que salgamos a la calle cuando nos tocan nuestro bolsillo y nuestras condiciones laborales, si luego no hacemos nada de lo que está en nuestra mano para que las cosas sean mejores.

Tengo la gran suerte de que en el colegio de mi hija, muchos, o algunos profesores, van más allá e incluso consultan a las familias sobre lo que pensamos. Y se agradece mucho.

jueves, 14 de marzo de 2013

HOGAR RECREATIVO Y CULTURAL


HOGAR RECREATIVO Y CULTURAL
1932 - 1936
Socios del Hogar Recreativo y Cultural


Lo que se cuenta a continuación es un humilde recuerdo a la ilusión y tenacidad de unos vecinos del barrio de La Prosperidad, hace muchos años. Ese sueño se llamó HOGAR RECREATIVO Y CULTURAL y en él coincidieron las ganas de mejorar la sociedad y, concretamente, la formación de la gente de un determinado barrio, de un grupo de personas con una moderna manera de entender la educación. Y con el teatro como motor. A la cabeza de esos visionarios, mis abuelos: María Carrascosa y Daniel San José, unos adelantados a su tiempo. Valga este recuerdo como merecida reivindicación, memoria y homenaje a ellos, y a todas las personas que creen que este mundo se puede cambiar.

En esta historia aparecen las fotografías y los nombres de muchos hombres y mujeres que intervinieron en ella. Si algún lector reconoce a su abuelo, a su madre, a su tío… y sabe alguna anécdota o dato desconocido para mí, le agradecería que se pusiera en contacto conmigo para seguir completándola.

Para poder revivir estos hechos me he servido de documentos, programas teatrales, fotografías y manuscritos conservados durante todos estos años en mi familia, y, fundamentalmente, de la prodigiosa memoria de mi padre, Luis San José Carrascosa, quien a lo largo de mi vida me ha transmitido la enorme admiración que siente hacia sus padres. Esto está dedicado a él, memoria viva de tantas cosas.

Carlos San José Vargas


“… Pero entre aquella pléyade de alumnos hubo una niña que, asimilándose no sólo las enseñanzas que se cursaban en aquel Centro, sino las ideas puras de sus fundadores, cuando fue mujer hizo fructificar la simiente prendida en su generoso corazón, haciendo, no sólo la felicidad de su hogar, sino creando este que tenéis y que pudiéramos decir que es obra suya, trayendo a él toda la pura y santa ideología de aquel trío de hombres ya viejos y que la quieren como cosa suya,  trayendo su juventud, dispuesta al sacrificio, igualmente que la de su esposo, verdadera alma de este Hogar, haciendo el milagro de rejuvenecer, inculcando nuevas energías, a los viejos que ya creían su misión acabada. Aquella niña de entonces, esta supermujer de hoy, es María Carrascosa, para la que os pido una ovación cariñosa…”

Así escribía don Pedro Menéndez Pieri, primer presidente del HOGAR RECREATIVO Y CULTURAL, el diez de septiembre de mil novecientos treinta y dos, en la Memoria del Curso 1932-1933.

María Carrascosa, nacida en el barrio de La Prosperidad, había estudiado en una sociedad benéfica llamada INSTITUCIÓN DE AMIGOS DE LA ENSEÑANZA, en la calle del General Zabala, 14. Para situarnos, hay que decir que hablamos de los primeros años del siglo pasado, y que los vecinos que habitaban el barrio eran extremadamente modestos. Este centro  nació del altruismo de una serie de gente resuelta en vencer la gran incultura de estas personas, y se sustentaba económicamente con la realización de rifas, bailes y, sobre todo, veladas teatrales organizadas y representadas por los mismos alumnos.

Éste es el germen de donde surgiría, años más tarde, el HOGAR RECREATIVO Y CULTURAL. 

María Carrascosa y Daniel San José, también alumno de la Institución de Amigos de la Enseñanza, La Institución, como la recordaron cariñosamente durante toda su vida, eran grandes aficionados al teatro desde sus años de estudiantes en los que participaron en las representaciones de obras de Galdós, los hermanos Álvarez Quintero y Manuel Linares Rivas, entre otros autores, y pasaron varios años representando, escribiendo y dirigiendo obras teatrales, formando parte del CUADRO ARTÍSTICO FARSALIA, dirigido por Ricardo Soleto, con quienes pusieron en pie entre otras obras: Tierra baja, de Guimerá  (1 de junio de 1920); El Rayo, de Muñoz Seca (12 de agosto de 1920) y el entremés Eclipse Total, de Pedro Llabrés y del propio Daniel San José (7 de octubre de 1920).  Todas estas funciones se representaron en el Coliseo Tamayo, en la calle Luis Cabrera, 40. Unos años después crearon el CUADRO ARTÍSTICO DE LA PROSPERIDAD CARRASCOSA–SAN JOSÉ, e incluso actuaron acompañando a la famosa pareja teatral Loreto Prado y Enrique Chicote en el Teatro Cómico.
    




Alrededor de 1921 marcharon a Santander, donde Daniel fue destinado como funcionario de telégrafos. En esa ciudad se casaron, tuvieron tres hijos y permanecieron once años. Durante ese tiempo Daniel San José compaginó su trabajo con la escritura de artículos en prensa, obras de teatro y poesía.

Regresaron a Madrid y se instalaron de nuevo en La Prosperidad, ya que Daniel fue nombrado jefe de Telégrafos del barrio. A partir de ese momento vivieron en la calle Malcampo, en la propia oficina de telégrafos, y fue entonces cuando el espíritu emprendedor de María, unido al amor al teatro y a la cultura en general, y las ideas progresistas e igualitarias de ambos, les llevaron a fundar junto a un grupo de personas afines, el HOGAR RECREATIVO Y CULTURAL, un sueño hecho realidad, un centro de enseñanza donde se ofrecieron cultura, conocimientos y formación gratuita a niños y mayores, con domicilio, primero en la calle de Canillas, 28, y más tarde en la calle López de Hoyos, 121, con recreo de verano en la calle Fernández de Oviedo, 3. Un proyecto iniciado con catorce socios y en el que llegaron a participar más de cuatrocientas personas. Un centro cultural, como lo llamaríamos en la actualidad, dotado con dos escenarios, biblioteca, aulas, salón de baile… y en el que se realizaron salidas campestres, conciertos, visitas a museos, bailes de carnaval y, desde luego, representaciones teatrales, base fundamental de su mantenimiento económico junto a las cuotas pagadas por sus socios. Porque ésta fue una aventura absolutamente altruista, sin ánimo de lucro, sin más intención que la de mejorar la vida de la gente de un barrio e intentar hacer de ella verdaderos ciudadanos. Un proyecto en el que se implicaron con todas sus consecuencias desde sus comienzos, aportando dinero, muebles, libros… y donde trabajaron incansablemente desde su puesta en marcha hasta su final.

Así escribía Daniel San José:

“Hora es ya, a mi juicio, de que dejando a un lado efervescencias y sentimentalismos de sus primeros tiempos, pasemos a hablar de la labor verdadera llevada a cabo por el Hogar: de la labor de él impulsada por sus hombres.

Sin duda alguna perdimos aquel aire primero de cosa íntima, de algo casero y de una muy relativa importancia.

El esfuerzo realizado hasta ahora por el Hogar Recreativo y Cultural es un esfuerzo de “alto bordo”, así subrayado.

Nos encontramos cobijados bajo nuestro techo más de cuatrocientas personas, a las que tenemos el deber de enseñar, de educar, de prestar cultura. Y no es extraño que estos profesores, nosotros, sintamos a veces en nuestras carnes y en nuestras conciencias un ligero estremecimiento producido por la duda.

¿Sabremos cumplir exactamente con nuestro deber? ¿Nos ahogará el peso de nuestra propia obra? He aquí todo.

Y nos contestamos a nosotros mismos llevando a efecto un esfuerzo mayor. Poniendo un mayor interés en el desempeño de nuestras clases y misiones, y estudiando, si cabe, para estar siempre escalones por encima de nuestros alumnos, para siempre tener algo más que enseñarles.

Viendo en nuestras aulas sentados, hombres hechos y derechos, mujeres, muchachos, niños… el profesor siente en su alma la idea de su responsabilidad, el orgullo de ser quien es; y es por esto que nadie falta a su deber, a su trabajo; y es por esto que los directores no tolerarán un ligero incumplimiento en la responsabilidad tan sagrada de esta misión tan superior.

Al niño no engañarle, no crearle en los comienzos de su vida una plataforma falsa, para que al caminar por su cuenta se le rompa y caiga. No. Base firme, educación franca, valiente, verdadera; que cuando piense por su cuenta sólo pueda decir: en efecto, esto es tal como me lo enseñaron.

Al hombre, formalidad, seriedad; tratarle como un hermano -hermano hombre-, razonar con él y discutir serenamente; plasmar en el papel o en el encerado el problema, la cuestión a resolver, y mediante la dosis mayor de raciocinio, ir cogidos de la mano hasta la resolución final.” (Boletín mensual del centro, 15 de enero de 1933)

Realmente estremece leer estas palabras escritas hace casi ochenta años. Unas palabras en las que se adivina el espíritu impulsor de lo que se podría llamar nueva escuela, en un país acostumbrado a la enseñanza tradicional e impartida generalmente por religiosos en la que, desde luego, no se permitía pensar a los alumnos por ellos mismos. No es de extrañar que el Hogar se convirtiera en un lugar de referencia y tremendamente popular.

Caracterizados para la representación de La chica del gato de Arniches
Otro miembro del Hogar, Germán Lacort, escribía en 1933:

“… ellos ahora gozan de las caricias de sus profesoras, aprenden jugando, pues que el Hogar desde su nacimiento, desterró las anticuadas disciplinas que convertían la escuela en cárcel, haciendo que el niño mirara con recelo y hasta con rencor las paredes de su jaula, y deseaba, o no entrar, o una vez dentro, que diera la hora de recobrar su libertad.

El profesor, en vez de ser un segundo padre, era considerado poco menos que el ogro de los cuentos de Calleja, al que había que observar sus movimientos, por si, aburrido de no hacer nada, se le ocurría, para hacer algo, aunque fuera un chichón, descargar su temible palmeta en la cabeza del por un momento distraído observador. Y entre espiar sus movimientos, ver si tenía buen o mal humor y pensar en la hora de la salida, el tiempo poco a poco se esfumaba sin que la memoria guardara el recuerdo del más diminuto párrafo de alguno de los libros de texto, que si por casualidad se aprendían, no se llegaban a comprender.

Pues bien, como antes decía, el Hogar ha desterrado esas antiguallas; el Hogar es un centro modernista, tanto, que hasta se sale de la esfera más moderna, buscando dentro de su órbita cosas que, concebidas por él, considera de más práctico y efectivo provecho”. (Boletín mensual del centro, 15 de abril de 1933)

Estas palabras hablan por sí mismas. ¡Son los años 30!  Sobra cualquier comentario.



Tanto profesores como alumnos realizaban su trabajo en el HOGAR RECREATIVO Y  CULTURAL después de sus obligaciones laborales.

“…Por lo que a la clase de declamación se refiere, será justo consignar que esta clase, base del mantenimiento del centro, es la que más sacrifica al alumno, que a diario se ve obligado a concurrir a ella, donde permanece hasta altas horas de la noche dedicándose al ensayo de las obras que han de representarse. Y se da el caso de que estos alumnos no tengan tiempo material para su descanso, ya que la mayoría de ellos vense precisados a trabajar durante todo el día; luego acuden a recibir sus lecciones y cuando esta obligación concluye, comienza el ensayo, que regularmente termina a las doce de la noche, excepto aquellos días en que la sesión nocturna les retiene hasta muy cerca de las dos de la mañana…” (Memoria curso 1932-1933)
De esta manera se siguió desarrollando su labor durante varios años, hasta que los vientos de guerra de 1936 desmantelaron el HOGAR RECREATIVO Y CULTURAL. Los hombres y mujeres que lo formaron, que lo echaron a andar y que mantuvieron su espíritu con éxito, tuvieron que abandonar su ideal ante la realidad cruel que había estallado en España. Después de la guerra, unos se fueron exiliados a México, otros a Francia… y otros quedaron aquí, en su barrio, añorando, con toda seguridad, lo que había sido algo más que una utopía.


Caracterizados para la representación de Marianela

 
Mi abuelo, Daniel San José, a consecuencia de la guerra  civil y su compromiso republicano, fue expulsado de su puesto de trabajo en Telégrafos y, por consiguiente, él y su familia,  se vieron obligados a abandonar su casa. Tanto él como mi abuela, María Carrascosa, para poder vivir, tuvieron que dedicarse a otros menesteres, aunque nunca abandonaron su amor por el teatro. Años después continuaron poniendo en pie obras teatrales bajo los nombres de Cuadro Artístico Hogar del Imperial CACE y Sociedad Recreativa CARMEN, en el Salón Teatro de la Sociedad Cultural Vecinal en la calle Guerrero y Mendoza, 38 (Colonia Primo de Rivera).


         Y continuaron viviendo en el barrio de La Prosperidad, en las calles Alfonso XIII, Mantuano y Vinaroz, en ésta última hasta el final de sus vidas.

OTROS DATOS DE INTERÉS:

PRIMERA JUNTA PLENARIA DEL HOGAR RECREATIVO Y CULTURAL

CARGOS ESPECIALES

Presidente, don Pedro Menéndez Pieri - Secretario, don Daniel San José - Administrador, don Germán Lacort

PRIMER PLENO

Doña María Carrascosa -Señorita María Ruiz del Valle - Señorita Paquita Gómez - Don Andrés Sandoval - Don José Arroyo - Don José Lopezosa

PRIMER CUADRO DE PROFESORES

Director de Estudios y profesor de Contabilidad y Cálculo mercantil, don Pedro Menéndez Pieri - Profesora de Instrucción Primaria (día), señorita María Ruiz del Valle - Profesora de Declamación, doña María Carrascosa - Profesora de Corte y Confección , doña Lucía Carrascosa - Profesor de Dibujo, don Andrés Sandoval - Profesor de Taquigrafía, don Germán Lacort - Profesores de Instrucción Primaria (noche), Don José Lopezosa y don Salvador Guiñales - Profesor de Idiomas, don José Arroyo - Profesor de Matemáticas y Ortografía , don Daniel San José

OTRAS PERSONAS VINCULADAS AL HOGAR RECREATIVO Y CULTURAL

José Luis Uriarte – Andrés Uriarte – Dionisio Sánchez – Casimiro Victoria – Jacinta Escudero – José Ocaña – Paula Górriz – Luis Verdú– Luisa Carrascosa – Aurelia Carrascosa – Miguel Beneyto – Antonio Rodríguez – Jesusín y Alfredito Carrascosa – Antonio Rodríguez – Bartolomé Ramón – Silverio Muñoz – Filomeno Aguirre – Carmela Muñoz – Antonio Rodríguez – Manuel R. Maza – Ricardo Hernández – Vicente García Ruy Pérez - Marita Vilar - José María Teso - Victoria San José - José Luis Ortega - José Ibañez

ALGUNAS DE LAS OBRAS REPRESENTADAS POR EL CUADRO ARTÍSTICO DEL HOGAR RECREATIVO Y CULTURAL

El Abuelo, de Galdós

El genio alegre, Amores y amoríos, Marianela, El Chiquillo, El cuartito de hora, de los hermanos Álvarez Quintero
Juan José, de Dicenta

Tierra baja, de Guimerá

Dulces memorias, de Eusebio Blasco

Lo que no muere, de Manzano

Como hormigas y La cizaña, de Linares Rivas

La fuerza bruta y La malquerida, de Benavente

No te ofendas Beatriz y La chica del gato, de Arniches