Pero Margarita… cuando vas a cambiar!
Cuando hace mucho, mucho tiempo, llegué al Departamento Musical, como se llamaba en la prehistoria la actual Subdirección de Música y Danza, conocí a una serie de personas de las que en la actualidad solamente permanece Margarita Vivanco. ¿Cómo no recordar ese tiempo que a mí, supongo que por la juventud que hace que todo se vea bonito, me pareció tan divertido? Tiempo después llegaron otros, claro, y aquí seguimos…
Salí y entré del Departamento Musical, y el destino ha hecho que los diez últimos años de Margarita en el Ministerio los pasemos juntos y que probablemente me hagan heredero de alguno de sus trabajos, de aquellos trabajos que ya hacía cuando la conocí, subvenciones de sus compañías y bailarines preferidos y, sobre todo las famosas audiciones para la Joven Orquesta Gustav Mahler y la EUYO….¡Horror! Pero Margarita… ¿como me haces esto?
No va a ser fácil adaptarnos a que no esté con nosotros, no sólo porque echaremos de menos su experiencia en el trabajo, no en vano se ha convertido en “la memoria histórica del departamento”, sino porque es una persona absolutamente surrealista, con un sentido del humor poco frecuente. También vamos a echar mucho de menos sus aventuras viajeras, sus comentarios cinéfilos sobre las últimas películas indias, chinas y francesas estrenadas en sus queridos cines Verdi, y los recuerdos de su infancia rodeada de importantes intelectuales, pintores y escritores, que en sus labios suenan cotidianos, como si hablara del quiosquero de la esquina.
Pero no pasa nada. Para nosotros desde ahora, dejas de ser Margarita, Marga, la Vivanco… para convertirte en May, como te conocen tus íntimos amigos. Lo que siento es que ya no voy a poder decirte cada día: Pero Margarita….¿cuando vas a cambiar?
Un beso grande de todos nosotros.
Carlos San José
27 de noviembre de 2012
No me merecía una despedida del trabajo tan bonita como la que me tributásteis, y desde aquí quiero reiterar mi emoción y mi agradecomiento a Sole,José, Teresa, Cati, Inma, Mª Jesús, Antonio, Juan, Paco, hermanas de las Heras, Carolina, Carmen, Elena y su coro y tantos otros, pero sobre todo a tí, Carlitos, cuya presencia en el pupitre de enfrente, face to face, me has inspirado, leído, guardado y comentado mis modestos escritos. Un beso
ResponderEliminarMargarita, yo pienso que si te merecias esa despedida, y si te gusto tanto fue por que se hizo con el cariño que te tenemos, si no, hubiera sido más fría. Ahora en el despacho faltan tus comentarios, y sobre todo las miradas que en algún momento teníamos, por algo de Marta, etc.... La EUYO y la Mahler son menos divertidas sin tí, por lo que te ruego que te hagas voluntaria euyiana o mahleriana y sigas viniendo a las audiciones.
EliminarUn Beso. Jose