domingo, 11 de febrero de 2018

SOLEDAD PARDO

Se diría que este blog se está convirtiendo en algo parecido a aquellos programas radiofónicos en los que los oyentes llamaban para felicitar en antena a sus seres queridos. Felicito a Soledad en el día de su cumpleaños... Y si además de la felicitación, se dedicaba una canción, mejor que mejor. Para Sole en el día de su cumpleaños: "Hoy es el día más hermoso, fecha de tu aniversaaariooo..."

El blog es un buen pretexto para poder decir algunas cosas que de otra manera no diría, así que si los cumpleaños son el motivo para ello, bienvenidos sean. Como además, en este caso, la homenajeada no me permitiría por nada del mundo decirle unas palabras ni hacer ningún tipo de celebración especial en su honor, esta es la manera perfecta para que las tenga que escuchar, o leer más bien, sin que me pegue una voz poniéndome en mi sitio.

Nos conocemos hace un siglo. Yo diría que desde siempre. La primera vez que nos vimos nos habían convocado a una comida en la que se celebraba la victoria electoral del PSOE. Nos tocó juntos y, al sentarnos, me soltó entre risas a bocajarro y sin cortarse un pelo, algo muy frecuente en ella, que no sabía que hacía allí porque no había votado a ese partido. Yo, que en aquellos año era incluso más tímido de lo que soy ahora, me quedé de piedra pero con la misma confianza que ella me estaba brindando, le contesté que me pasaba lo mismo. No sabía qué hacía allí. Seguramente teníamos que ir para conocernos. Y ese fue el comienzo de una hermosa amistad, como en Casablanca.

Desde entonces nuestra andadura profesional ha ido de la mano y nunca nos hemos separado. No sé que sería de mí sin tenerla cerca, quitando hierro y animando el tedio ministerial que va en aumento, haciendo risas, comentando desde El código Da Vinci a Cien años de Soledad o cantando Las coplas a la muerte de Don Guido o With a litle help from muy friends.

Sole no posturea. Juntos hemos corrido aventuras de todo tipo y siempre es ella misma, una de las personas más auténticas que conozco. Tiene un algo popular y sincero, de lo que no se avergüenza, que no cambia dependiendo de quien la esté escuchando, ya sea un ordenanza o cualquier alto cargo por poner un ejemplo. Quienes la conocen saben de lo que hablo. Uno se imagina el dos de mayo con madrileñas como ella.

Soy testigo de que ha sido la mejor hija y, para colmo, es la mejor amiga de sus amigos que me he echado a la cara. Sabe el valor de la amistad y si te cuentas entre ellos tienes la certeza de que es para siempre y en cualquier circunstancia. Es incondicional y tengo mil y una pruebas de ello. Con ella nunca estás solo y si tiene que arriesgar la cara por defenderte ante algún mequetrefe de los que tanto abundan, lo hace sin reparar en las consecuencias.

Hoy es su cumpleaños y el número da lo mismo. Como es más lista que los ratones coloraos podría cumplir trescientos años pero, como al mismo tiempo es la más joven, podría cumplir dieciocho. Cuando la conocí llevaba minifaldas vertiginosas que mostraban sin pudor unas piernas dignas de enseñarse. Ya no lleva minifalda, ni falta que le hace. Lo más importante de ella está debajo del pelo. Y debe ser mucho dado el tamaño de su cabeza, casi tan grande como su corazón.

Muchísimas felicidades Sole. Mi día a día no sería ni parecido si tú no estuvieras. Solo siento no tener un poquito más de edad para haber coincidido contigo en los años ochenta. Nos habríamos cogido del brazo y nos habríamos ido al Penta para encontrarnos con La chica de ayer.