lunes, 10 de marzo de 2025

El doctor García

 Hola papa,

te escribo porque creo que es la mejor manera de contarte algunas cosas que siento desde tu partida. Tengo la sensación de tener una herida que supura lentamente, poco a poco, sin hacer costra. Una herida que me permite vivir pero que no deja de molestar y de hacer daño.

Este fin de semana mamá y yo nos hemos visto de una sentada la serie de televisión Los pacientes del doctor García. Está basada en una novela de Almudena Grandes con el mismo título y todavía no sé cómo se nos habían pasado hasta ahora. Libro y serie.  Y es que es todo tan tuyo, tan nuestro…

Te hubiera encantado a pesar de que en más de una ocasión te habríamos escuchado decir “a estos actores de ahora no se les entiende nada”. Desde el principio nos sentamos y casi no nos pudimos levantar hasta el final. Detrás de cada personaje hay una persona de la que nos has hablado, de cada situación un recuerdo y de cada conclusión la triste realidad. Parece que hubieses dictado algunas de las frases de los diálogos.

Aunque es una emocionante historia de espías también lo es de ideales y de derrotas, de amistad y de traición, de verdad y de mentiras… De malos y de buenos.

Los que te queremos no hemos dejado un momento de tenerte con nosotros pero viendo esta historia, mamá y yo nos hemos mirado sin necesidad de hablar porque no hemos podido evitar acordarnos de tu claridad mental, de tu bondad y tu honradez. De tu memoria y tu lucidez que nunca olvidaron una guerra y una posguerra infames. Tantas veces te he escuchado hablar y contarnos qué pasó después, como muchos españoles habían ayudado a derrotar a los nazis y como los aliados dejaron a su suerte a este país tan raro y tan necesitado de sensatez.

Llega la transición, en la que te vi claramente en el protagonista, y la historia termina con el regreso de la Argentina, treinta años después de haber “emigrado”, de su amigo del alma que, para colmo, se llama Manolo. Tú ya sabes, papá. No necesito contarte más.

Hay heridas que no cierran pero de vez en cuando un poquito de antibiótico ayuda a que la infección no se extienda. En esta ocasión, esa penicilina me la ha dado el doctor García. Creo que te habría gustado mucho conocerle.

Un abrazo muy fuerte, papá. Cuídate mucho.




5 comentarios:

  1. Qué bien te explicas. Nuestros seres queridos no dejan de estar entre nosotros. Aunque no les veamos. Un abrazo, Carlos. Gracias por compartir tus sentimientos.
    Zita

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  2. Uffff Carlos...me ha llegado cómo tantas veces que has escrito y cuándo lo leo...me pongo en tu piel...y no he podido dejar de imaginarme la escena con tu madre...viendo la serie...y oyendo también a D.Luis..con sus comentarios... Os mando un abrazo muy grande...de corazón.

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  3. Bufff es que me gusta tanto ese libro.... bueno y cuál no de la Grande de Almudena! qué gustazo haber disfrutado con Ale de ese momento y sentiros tan cerca de Luis, has tenido un plan perfecto para este fin de semana lluvioso que nos ha acompañado, cuñado!

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  4. Que bonito me resulta leerte, es la mejor manera de tenerle presente, porque Luis, es imposible de olvidar. Gracias

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  5. Cuando se expresa desde el amor y la admiración es imposible que mis ojos no se llenen de emoción. Gracias por tu dedicatoria.

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