Reclamación puesta en atención al paciente del Hospital de La Princesa el 9 de diciembre de 2024.
Mi padre, con noventa y cuatro años y una fractura de cadera, tiene hoy en el Hospital de La Princesa de Madrid una radiografía a las 12'15 h. y una consulta con el traumatólogo a las 13 h. Además, aprovechando la visita al hospital, le van a transfundir sangre porque tiene anemia.
Cuando hace quince días le mandaron a casa para guardar el reposo necesario para soldar la cadera me dijeron que hoy, día de la revisión, una ambulancia nos llevaría al hospital. Por olvido o por despiste, algo absolutamente justificable, nadie me dijo que hubiese que solicitar dicha ambulancia.
No obstante y para que no hubiera problemas y ya que el viernes fue fiesta, ayer domingo intenté preguntar si esa ambulancia estaba solicitada. Después de numerosas llamadas a diferentes servicios hablé con la coordinadora de SUMA que me comunicó que no estaba solicitada y que debía llamar al propio hospital, cómo ya había hecho varias veces. Llamé de nuevo y me dijeron que al ser domingo llamase hoy a la ocho.
Está mañana a las ocho en punto he llamado. Después de varios intentos he conseguido hablar con una persona que me ha dicho que tenía que hablar con Admisión a partir de las ocho y media y a esa hora he llamado una vez más.
No sé por qué razón la llamada ha sido recepcionada en Medicina Interna y como es allí donde le tienen que poner la sangre a mi padre, he expuesto la situación. Sin terminar de explicarle, lo primero que me ha dicho la persona que ha cogido el teléfono con un tono de suficiencia inadmisible es que las ambulancias hay que pedirlas con veinticuatro horas, algo que yo, lógicamente, desconozco ni tengo por qué saber, sin contar con qué debería estar prevista.
Me ha pedido el número de historia. No lo tenía a mano y le he preguntado si podría mirarlo con su nombre, algo que le contrariado mucho y ha hecho con un evidente mal humor.
Entiendo que los lunes son malos y más si un pesado llama tan temprano con un problema de su padre anciano que no te va ni te viene, pero su tono no ha hecho más que empeorar hasta el punto de tener que decirle que podría ser un poco más amable y que con la situación con mi padre y tan temprano, lo último de lo que tenía ganas era de discutir, a lo que me ha contestado textualmente: "no me pagan por ser amable" y ha añadido que demasiado que había buscado la información y no tenía por qué. En vista de su contestación y ya algo alterado le he dicho que debería ser un poco menos desagradable. Directamente me ha colgado el teléfono.
A continuación y desolado por no encontrar solución he seguido llamando a Admisión varias veces y al no obtener respuesta he desistido.
Finalmente he contactado con el servicio de ACCEDAN, empresa dedicada a bajar y subir escaleras a personas dependientes a la que recurrimos habitualmente para que baje y suba los cinco pisos sin ascensor donde viven mis padres y he contactado con un taxi para llegar al hospital.
Solo me gustaría hacer un par de reflexiones. Flaco favor se hace a la Sanidad Pública con comportamientos como estos y, ¿es necesario que nos paguen por ser amables?
Hola Carlos, totalmente de acuerdo contigo, que vergüenza, como bien dices tú flaco favor se hace a la sanidad pública con comportamientos como estos, q impotencia, de verdad. Que triste es todo.
ResponderEliminarBuffff Carlos, intenta averiguar el nombre de la amable y servicial persona que te ha atendido al tfno y i puede ser, además de la queja, te acercas a su cara y le dices muy claro y despacito : "sapo" y luego te vas...jajajajaja
ResponderEliminarSoy Reme ..
ResponderEliminarCómo te entiendo y cuánto lo siento. Muchas ocasiones de esas me he tenido que tragar, y lo peor, mi madre, con 95 años... Un día tuvo que esperar 9 horas a la ambulancia de vuelta a casa, sentada en una silla de ruedas. También debo recordar tantas otras personas que la trataron con cuidado y con mimo hasta su final. Pero aunque la balanza se equilibre, nadie debería pasar por una sola de esas situaciones, ni los pacientes ni los familiares que intentan ayudar más allá de sus capacidades físicas o mentales.
ResponderEliminarQué terrible experiencia, Carlos.
EliminarNo me consuela ver que más de uno hemos pasado por cosas parecidas. El servicio de ambulancias de la CAM funciona mal, desde el momento en que alguien tiene que tramitarla hasta que llega a recoger al paciente y le deja en la consulta pertinente y vuelta. Hay fallos en todos los pasos y no son incidencias puntuales ¿es que nadie tiene en cuenta que los receptores de ese servicio suelen ser personas muy vulnerables? Hay que poner quejas, todas las veces que sea necesario.
Y lo de la mala educación, falta de empatía y de humanidad me deja sin palabras. En esos casos, sólo deseo que la gente así reciba lo que da.
Zita.