miércoles, 8 de mayo de 2024

EL ASCENSOR

Ayer, por fin, después de muchos años, se aprobó en una larga reunión con la que he soñado toda la noche la instalación de un ascensor en la casa donde viven mis padres desde hace más de sesenta años; donde yo nací y me crie. Una casa de barrio, modesta, de aquellas que se hicieron en esos años sesenta del “desarrollismo” y el milagro económico español.

Ha hecho falta que lleguen a los noventa y tantos años cada uno y con serias dificultades de movilidad para que puedan ver la decisión de algunos de sus vecinos de toda la vida. El dichoso ascensor, después de solicitar licencias, créditos bancarios, subvenciones, etc, etc. se empezará a instalar, con suerte, dentro de poco menos de un par de años y ellos sueñan con llegar a poder conocer y usar este aparato que les permita bajar y subir los cinco pisos que les tienen recluidos en esa casa sin poder salir a tomar un poco de sol y de aire. Esa casa que se han negado a abandonar por razones tan nimias como que allí han criado a sus hijos y es donde duermen los recuerdos de toda una vida.

Empatía es una palabra muy de actualidad. Como casi todo lo que se pone de moda se gasta rápido y me hace desconfiar. Tiene un significado precioso pero es muy fácil de pronunciar y se utiliza demasiado a la ligera, me parece a mí. Prefiero palabras como bondad, sentido común, solidaridad, comprensión, respeto, justicia, generosidad…

En fin, bienvenido sea el ascensor que inauguraremos estrellando contra él una botella del mejor champagne francés como si se tratara de un trasatlántico. Nuestro trasatlántico.



1 comentario:

  1. Cruce de sentimientos alegría,pena y vergüenza.Pero aunq nos cueste es una buena noticia que celebrar.Deseando que estás decisiones sean más claras, fáciles y rápidas🥂

    ResponderEliminar